Miércoles 1 DICIEMBRE  

 21:30 h.
3 Pescados 3
Con un formato clásico de trA­o -guitarra, bajo y baterí­a-, PESCADOS desgrana una música preciosista y personal, en una tradición cercana a la del cantautor, en donde la melodí­a más evocadora es engarzada por una sección rA­tmica elegante y discreta. La versatilidad vocal de Fernando Ruiz Lobato permite la conjunción, incluso dentro de la misma canción, del susurro más próximo con el canto más exultante. Por su parte, la destreza al bajo de Joaquí­n Torres aporta un contrapunto grave a las evoluciones de la guitarra que, paradójicamente, inyecta melodí­a en las canciones, a la par de encorsetarlas rA­tmicamente. El trA­o lo completa Javier Higueras a los tambores, cuya técnica depurada aporta a la música del grupo un componente omnipresente pero invisible, de forma que aunque es parte esencial de la arquitectura creativa, su presencia no destaca con estridencia y se funde en armoní­a con el caudal sonoro de las melodí­as.

PESCADOS es una propuesta musical de creación de atmósferas intimistas y personales que sigue la tradición, aunque no necesariamente el estilo, de grandes conjuntos españoles como Esclarecidos o Presuntos Implicados.

Cada concierto del grupo es una ceremonia única en la que el espectador se sumerge en el aura especA­fica que cada noche dibujan las canciones, pasando a convertirse en cómplice del universo personal que describen.

La música de PESCADOS no es para ser oA­da sino para ser escuchada, y las historias que cuentan, asimiladas. Las canciones de PESCADOS, de composición propia, constituyen un crisol en el que se funden las experiencias con las reflexiones, los sentimientos con los deseos y la melancolí­a más dulce con la desesperanza. El amor, en sus distintas dimensiones y proyecciones, a menudo sobrevuela los acordes de las creaciones del grupo: como un estA­mulo para la ilusión, como un albergue en nuestras vidas, como origen del sufrimiento y de la tristeza... Letras, música, voz y guitarra.- Fernando Ruiz. Bajo.- Joaquí­n Torres Baterí­a.- Javier Higueras
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