Viernes 7 MARZO  

 21:30 h.
Ellas Crean presenta a Charmaine Neville

Charmaine Neville (voz), Amasa Miller (teclados/piano), Jesse Milan Boyd (bajo) y Gerald French (baterí­a).

La gente de bien no puede aspirar a tA­tulo nobiliario de mayor tronA­o que el de Reina del Mardi Gras. Esa es la majestad que adorna el arte de Charmaine Neville, nativa de la castigada ciudad de Nueva Orleans. Virtuosa del jazz y el blues, hábil en el ''scating'' y risueña en los aires carnavalescos, Charmaine es una auténtica dominadora de la rica urdimbre musical de su tierra. Cierto es que la vida le ha conducido a ello desde su infancia, cuando su padre, Charles Neville, saxofonista de los legendarios Neville Brothers, la introdujo en la olla musical de la familia para que diera sus primeros pasos artí­sticos.

Aunque la faceta más fuerte de Charmaine es el directo, tiene en su haber tres discos más que interesantes. El primero en publicarse fue It탢í¢â€š¬í¢â€ž¢s about time (1994), y es, precisamente, un reflejo de sus actuaciones junto a sus acompañantes habituales, gente de la talla del saxofonista Reggie Houston o el pianista Amasa Miller. En su segunda grabación, Up Up Up (1996), se pueden encontrar dos insólitas e imaginativas versiones de los Beatles: Eleanor Rigby y Yellow Submarine. Su última entrega discográfica es Queen of the Mardi Gras (2004), un disco eminentemente festivo dedicado a la música del carnaval de Nueva Orleans, con clásicos como Iko Iko o Mardi Gras Mambo.

La figura de Charmaine Neville, inevitablemente ligada a la vida de Nueva Orleans, se convirtió en un icono dramático tras el desastre del huracán Katrina. Ella aguantó a pie firme los embates del temporal en su casa. Una vez que pasó lo peor, Charmaine se lanzó a las calles anegadas por el agua para salvar a cuantos vecinos pudo. Durante dos dí­as recorrió los barrios históricos de la capital sureña subida en una barca. Cuando fue evidente que la ayuda no iba a llegar, se hizo por las bravas con el volante de un autobús abandonado y salió de la ciudad con todos aquellos que habí­a ido recogiendo casa por casa. Sus declaraciones públicas sobre cómo se vivieron aquellos dí­as de caos le han ganado la simpatí­a de sus conciudadanos y la enemistad de la Administración Bush.

Hoy se puede encontrar a Charmaine Neville de vuelta en el local donde canta una vez por semana, el Snug Harbor de Nueva Orleans. AllA­ sigue impartiendo su magisterio de blues y jazz, bien adobado de simpatí­a y un alegre toque de comedia. La participación del público es plato principal en sus actuaciones, siempre pensadas con el objetivo primordial de que la gente se lo pase bien.