Martes 4 FEBRERO
21:00 h.
Gisela Novais & Time Blue Summers
para Fundación Niños de Guarataro
Una perfecta combinación de melodÃÂas, ritmos y conceptos del pasado para lograr un sonido contemporáneo único. Esta es la propuesta de Gisela Novais & The Blue Summers.
Influenciados por el Swing, el Jazz, el Rhythm & Blues, el Rock n' Roll 50’s y el Blue-eyed soul, despliegan desde una perspectiva actual un sonido original, sobrio, directo y emocionante.
La prodigiosa voz de Gisela Novais, evoca a la vez el poder de Sugar Pie de Santo, la plenitud del alma de Ella Fitzgerald y el pavoneo rÃÂtmico de Ray Charles, mientras la banda, ‘The Blue Summers’, ejecutan de manera incontestable la base musical a través de arreglos elegantes, sofisticados y poderosos con sutileza y garra al mismo tiempo.
Este es el sonido ‘Blue Summers’ en su máxima expresión. Son como un soplo de aire fresco pero, sobre todo, este grupo de grandes músicos (Gisela Novais, voz / Guillermo Summers bajo y guitarra acústica / Pablo Serrano, BaterÃÂa / Borja Montenegro, guitarra y producidos impecablemente por Iván 'Melón' Lewis, el gran músico de jazz) son una prueba fehaciente de las posibilidades conmovedoras y hermosas que tiene la música.
La Fundación Niños de Guarataro se constituyó el año 2006, como continuación a las actividades que venÃÂan realizando Arturo Pérez-Moreiras e Inmaculada Ibarra, desde enero de 2003 cuando se instalaron en Honduras, hace ya diez años.
¿Dónde están y qué hacen?
Se centran en CONSEGUIR UN FUTURO MEJOR PARA LOS NIÑOS Y JÓVENES, SUS FAMILIAS Y COMUNIDADES. Están en la aldea de Arena Blanca, con doble nacionalidad española-hondureña, y plenamente integrados.
Inicialmente comenzaron por lo más obvio, darles de comer, levantando un comedor en cada aldea, donde se reparten cada dÃÂa desayuno, comida y cena. Posteriormente ampliaron a la sanidad, la educación y las infraestructuras.
Su filosofÃÂa se centra en fomentar la CULTURA DEL ESFUERZO, no limitándonos a dar de comer, sino a pedirles su colaboración para labrar su propio futuro. Se exige la escolarización a todos los niños adscritos al proyecto, en el convencimiento de que la educación es el mejor vehÃÂculo para romper el cÃÂrculo de la pobreza. Las madres cocinan, limpian, cuidan a los pequeños, vigilan las clases e incluso dan clases de refuerzo. Los chicos mayores, que llevan con nosotros desde los 12 o 13 años, colaboran igualmente en la medida de sus posibilidades cuidando de los más pequeños y ayudándoles a estudiar.
¿Qué hemos conseguido?
Actualmente ayudan a 320 beneficiarios directos y unos 1.800 indirectos (los habitantes de las aldeas que, aun no estando integrados en la fundación, ven mejoradas sus condiciones de vida gracias a las inversiones).
¿Con quién contamos?
Con todo el personal que colabora desde España, unas 10 personas con una mayor dedicación y más de 50 en temas puntuales, que lo hacen desinteresadamente. También contamos con la muy apreciada ayuda de diversas personas, empresas e instituciones hondureñas como sus embajadas en Guatemala y Japón. Y de empresas españolas, suizas con Fundación Nacar,... Y más de xxxx socios que apadrinan cada mes.
Una fundación auditada
Desde el ejercicio 2011, las cuentas de la Fundación están auditadas. Y esas cuentas muestran que la totalidad de los donativos recibidos se destinan a la cobertura de sus fines, al no tener que asumir gastos de gestión en la llevanza de la Fundación.
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