Martes 8 JUNIO  

 21:30 h.
Javi Martí­n
En 1969, en la Chaux de Fonds (Suiza) a la tierna edad de 0 años, con un discreto peso de 5 kilos, y con serios problemas de comunicación oral, llega al mundo Javi Martí­n, quien con el paso del tiempo acabarí­a siendo conocido mundialmente como Javi Martí­n.
Hasta los 18 años su interesante vida transcurrió por los tortuosos caminos del juego a los médicos con las niñas de su clase, del diseño gráfico y de la hostelerí­a. Sus mayores logros en estos campos se resumen en un beso en la mejilla a Maria Luisa de 3nº de EGB, el diseño de su tarjeta de visita y a echarle limón al gin-tonic. AsA­ que visto lo visto, para dar mayor emoción a su vida, se inició en el apasionante mundo de la magia que es lo que de verdad evaba dentro.
Sus primeras actuaciones cuentan con un público totalmente entregado: su padre, su madre y sus hermanos que le jalearon sin parar por los juegos hechos en la Navidad de 1988 en el salón de casa. A pesar de ello le animaron con sutileza a que abandonara la magia diciéndole cariñosamente: ''niño deja ya de jugar y dedA­cate a algo serio... hombre''. Este empuje y apoyo en el espectacular arranque de su carrera marca sus deseos futuros. Sin embargo, su ilusión desmedida, el paso del tiempo y su dedicación le han convertido en uno de los mejores magos españoles.
A los 21 años ya era un consumado especialista en Close - up, que para el resto de los mortales es la que nos permite disfrutar de la magia (y del mago) a pocos centA­metros de nuestra nariz. El nunca utilizo esta cercaní­a con las chicas para algo distinto que ilusionarlas. Suponemos... A los 23 años empezó a subirse a escenarios llenando sus actuaciones de ilusión y carcajadas.
Los eventos empresariales se convirtieron en su fuerte y ha conseguido que nunca le hayan tirado un tomate aunque en 1999 casi recibió el impacto de una berenjena que supo esquivar a tiempo. Javi Martí­n está poseA­do por la magia. Pero al mismo tiempo él posee una play station, un Seat Málaga, un pisito de alquiler y, lo que es más importante, un gran sentido del espectáculo. Entiende la magia como una actividad lúdica e ilusionante para el espectador y explota la predisposición del público en su tiempo de ocio ofreciendo una magia al servicio del ''divertimento'' consiguiendo arrancar la ilusión y la risa a todo tipo de público y en todo tipo de reuniones sociales.
Su formación mágica es multidisciplinar y autodidacta y por ello ha sido maestro de muchos magos españoles que le recuerdan constantemente lo que de él aprendieron... y quisieran olvidar.
Javi Martí­n es uno de los magos que más trabajo tienen en nuestro paA­s. Tiene sus secretos pero no los vamos a revelar. Bueno, sA­. Con su presencia, con su magia y con su humor llena cualquier escenario desde pequeños salones a plazas de toros. Actúa con soltura, desparpajo y elegancia (estuvo a punto de desfilar en la Pasarela Cibeles pero lo rechazó por hacer magia en una comunión). Sabe lo que el público quiere y él se lo ofrece desde un escenario.
Colabora asiduamente con organizaciones no gubernamentales, para ayudar en la medida de lo posible, a aquellos que más lo necesitan, ''magos Solidarios'', ''Ayuda en Acción'' y ''Aldeas Infantiles'' ''Fundación Balia'' entre otros.
Avala su prestigio estar en el elenco de profesores de la Gran Escuela de Magia Ana Tamariz, ser participante en los Congresos Nacionales desde el 96 y en los Mundiales de Lisboa 2000 y La Haya 2003.
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