Miércoles 12 OCTUBRE
21:00 h.
Javier Lí³pez de Guereí±a
âBAILE DE LíGRIMASâ es el disco de presentación de este noble cantante novel que por su trayectoria más parece la de un Nobel. Canciones plagadas de melodías sorprendentes que acaban siendo pegadizas, letras meticulosamente rimadas que dan como fruto sandeces, que no sandías, historias profundas en un marco dicharachero.
Javier López de Guereña, guitarrista, productor y amigo durante más de treinta años de JAVIER KRAHE, se lanza -a la edad en que otros se prejubilan- a la canción en primera persona y, a estas alturas de la vida, comienza así su carrera como cantautor. Heredero por derecho del legado artístico del maestro Krahe, fue durante el año sabático de éste (que, lamentablemente, se convertiría en descanso eterno) cuando toma la decisión de hacerse su propio repertorio.
Sin duda no hay muchos cantautores que también compongan música sinfónica.
Un cantante que se estrena a los 58 años como solista debe de tener algún as en la manga. Es el caso de JAVIER LíPEZ DE GUEREíA, poco conocido como compositor de la música del más famoso Telediario, de una decena de largometrajes, por haber producido una treintena larga de discos, desde LOS TOREROS MUERTOS hasta ENRIQUE MORENTE (y, muy recientemente, a la ¿cantautora? gallega PALITO) o haber dirigido la Big-band de LA BOLA DE CRISTAL y la de MIGUEL RíOS, o por su variopinta obra sinfónica entre las que se incluyen colaboraciones âmixtasâ tan especiales como SINIESTRO TOTAL o JAVIER RUIBAL, o que en la actualidad realice orquestaciones para el Teatro de la Zarzuela.
Es posible que la locuacidad sea contagiosa y la familiaridad con PEPíN TRE o EL GRAN WYOMING y, cómo no, KRAHE- hayan dejado su huella. El humor y la retórica se funden con la música en un espectáculo de canciones sin estribillo.
Hijo predilecto de Javier Krahe, como le gusta a él mismo autodesignarse, está inevitablemente influido en lo literario por su maestro y, en lo musical, por sí mismo y su larga trayectoria. Sorprende con una voz íntima como la de Krahe y unas inopinadas e insólitas historias que hacen sospechar (infundadamente) en ocultos hábitos estupefacientes. Sabe tocar la guitarra.
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