Lunes 1 JUNIO  

 21:00 h.
Javier Torres y Roger Sincero

Es bueno que el final de una intriga se haga esperar. También, que respire el vino su tiempo justo, o que el jugador de mus se guarde el gesto hasta el instante preciso. El lapso entre lo que se aguarda y cuando sucede engrandece las cosas. Por eso, que Javier de Torres y Roger Sincero hayan esquivado dar conciertos a pesar de haber editado un par de álbumes juntos –A ticket to Corfu (2013) y When Sheryl Crow was young (2015)– confiere a su directo una pizca de imposible. El próximo 1 de junio, en Galileo Galilei, se escucharán esas canciones a las que dan sombra sus afinidades musicales, incontables y latentes.
No resulta sencillo que los protagonistas de esta historia se crucen sobre las tablas. Lo suyo se urde en el cada dí­a; en la barra del bar, el salón de casa o la tribuna del Calderón. Será esta su primera y, quizá, única interpretación en directo de los discos que se echan a la espalda. Que nadie vea en su tardanza un rasgo de timidez. En una época de inmediateces, ambos andan empeñados en que los discos se graban y se viven, y haber pospuesto su debut conjunto, al margen de los proyectos que aún mantienen –De Torres, en solitario, y Sincero, en formato unipersonal o con los Happy Losers– debe celebrarse como un homenaje al oficio, la estrofa y la amistad.


ROGER SINCERO dio su primer concierto en 2009. Sacó su primer disco grande (Nada pasará, Rock Indiana) en 2011. Y junto a Javier de Torres ha hecho ya dos discos de dúo (A ticket to Corfu, 2013, y When Sheryl Crow was young, 2014), ambos de corte pop anglosajón, de canciones directas y breves. Roger Sincero es Sergio Cerro, miembro de The Happy Losers (Rock Indiana, 1993-???), orgullo, dicen por ahí­, del power pop patrio. Con The Happy Losers grabó y actuó allí­ donde les dejaron. Con Roger la presencia en directo es mucho más escasa.

JAVIER DE TORRES es un recién llegado a esto de la música. Apenas cuenta con una decena de álbumes a sus espaldas… Diez discos en doce años, una media que nos hace retroceder a esos gloriosos tiempos cuando los discos se vendí­an y por tanto habí­a compañí­as discográficas que se preocupaban de animar la productividad de sus artistas. Javier de Torres no necesita que le animen. Su fecundidad compositiva le ha dado para grabar ocho álbumes a su nombre (el último, Nobocop, además es doble) y otros dos a medias con Roger Sincero.
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