Viernes 20 MAYO  

 01:30 h.
Javier Veiga

Cayó en el mundo en O Grove (Pontevedra) año que es recordado en la historia de la humanidad porque no ocurrió nada importante... nada de nada. Tal vez esa fue la razón para buscar la notoriedad y nacer prematuramente, cuando sólo contaba ocho meses de gestación, y cuando faltaba todaví­a un mes para que la sabia naturaleza hubiese podido corregir ciertas carencias fA­sicas y mentales, que ha seguido arrastrando hasta la fecha.
Una ironí­a del destino y un anuncio en una revista, le hacen aterrizar en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid; estudios y profesión que, para desgracia de las Bellas Artes, ya nunca abandonarí­a, y es que habí­a descubierto una manera muy divertida de pasar el rato, con la que además, podí­a ganarse la vida: subirse a un escenario.
Después de participar en poco más de dos "puñaos" de montajes teatrales, se cree que ya lo sabe todo y decide montar su propia compañí­a, Teatro Impar, donde produce, interpreta, dirige y versiona espectáculos basados en textos clásicos, atreviéndose sin ningún respeto, ni vergA¼enza, con Calderón, Chejov o Garcí­a Lorca; y para colmo de su vanidad resultan premiados en varios festivales nacionales, lo que convierte a sus organizadores en seres sin criterio ni credibilidad, y convierte a nuestro hombre en un auténtico "Orson GA¼els" de provincias, en el "Budi Alen" de las Rí­as Baixas. Pero esta insultante ausencia de humildad, es castigada por el destino y durante estos años se gasta en esto del teatro todo el dinero que gana trabajando de mercenario en series televisivas, como Inocente, Inocente; Farmacia de Guardia; El Súper; Señor Alcalde... Sin embargo, sus problemas económicos se solucionan gracias a un anuncio de la O.N.C.E., con el que descubre que puede hacerlo todo con doscientas pesetas y mucha ilusión. Después, y ya por amor al arte, siguió trabajando en otras series: Siete vidas; Condenadas a entenderse; y Robles investigador.
Participante de la exitosa obra "Cincohombres.com", y presentador de "El Club de la Comedia". Tal vez la única virtud que se le conoce, es la de ser más gallego que un centollo tocando la gaita, pero todaví­a no tenemos claro si es un percebe, un besugo o un merluzo; él, solamente confiesa que es un poco pulpo y que lo que más le gusta en el mundo, es hacer el gamba.
Será una noche divertidA­sima, no te la puedes perder.