Viernes 15 SEPTIEMBRE
01:30 h.
Javier Veiga
Cayó en el mundo en O Grove (Pontevedra) año que es recordado en la historia de la humanidad porque no ocurrió nada importante... nada de nada. Tal vez esa fue la razón para buscar la notoriedad y nacer prematuramente, cuando sólo contaba ocho meses de gestación, y cuando faltaba todavÃÂa un mes para que la sabia naturaleza hubiese podido corregir ciertas carencias fAÂsicas y mentales, que ha seguido arrastrando hasta la fecha.
Una ironÃÂa del destino y un anuncio en una revista, le hacen aterrizar en la Real Escuela Superior de Arte Dramático de Madrid; estudios y profesión que, para desgracia de las Bellas Artes, ya nunca abandonarÃÂa, y es que habÃÂa descubierto una manera muy divertida de pasar el rato, con la que además, podÃÂa ganarse la vida: subirse a un escenario.
Después de participar en poco más de dos "puñaos" de montajes teatrales, se cree que ya lo sabe todo y decide montar su propia compañÃÂa, Teatro Impar, donde produce, interpreta, dirige y versiona espectáculos basados en textos clásicos, atreviéndose sin ningún respeto, ni vergA¼enza, con Calderón, Chejov o GarcÃÂa Lorca; y para colmo de su vanidad resultan premiados en varios festivales nacionales, lo que convierte a sus organizadores en seres sin criterio ni credibilidad, y convierte a nuestro hombre en un auténtico "Orson GA¼els" de provincias, en el "Budi Alen" de las RÃÂas Baixas. Pero esta insultante ausencia de humildad, es castigada por el destino y durante estos años se gasta en esto del teatro todo el dinero que gana trabajando de mercenario en series televisivas, como Inocente, Inocente; Farmacia de Guardia; El Súper; Señor Alcalde... Sin embargo, sus problemas económicos se solucionan gracias a un anuncio de la O.N.C.E., con el que descubre que puede hacerlo todo con doscientas pesetas y mucha ilusión. Después, y ya por amor al arte, siguió trabajando en otras series: Siete vidas; Condenadas a entenderse; y Robles investigador.
Participante de la exitosa obra "Cincohombres.com", y presentador de "El Club de la Comedia". Tal vez la única virtud que se le conoce, es la de ser más gallego que un centollo tocando la gaita, pero todavÃÂa no tenemos claro si es un percebe, un besugo o un merluzo; él, solamente confiesa que es un poco pulpo y que lo que más le gusta en el mundo, es hacer el gamba.
Será una noche divertidAÂsima, no te la puedes perder.