Viernes 2 SEPTIEMBRE
01:30 h.
Patricia Morales
Para acabar en una parodia de rito religioso en el que se santifica el gazpacho, que sanará a los Frustrattos a causa de los Conattos de la vida, Patricia Morales nos conduce a través de las pequeñas miserias de la vida, en la que, por ejemplo, un pantalón que completa el vestuario de esa tremenda mujer, no será capaz de subir al llegar a la altura del culo, y tras el espectáculo de lucimiento de vestuario que ella trataba de hacer, se retira con su frustración.
Son pequeñas grandes cosas de la vida que se quedan en el conato de su intento, y de ahA la frustración. Pero también existen alternativas a cómo tomarse la misma vida y sus consecuencias. Por eso, cuando sale en una pequeña bañera sin ruedas, remando con un palo y maldiciendo por las malditas ideas del director (Lucas Trapaza, en este caso), nos ofrecerá las dos caras de la moneda, la forma trágica y la forma de reAÂrse de su sombra, con el mismo texto y con sus dos versiones.
Entre bromas y absurdos afronta esta mujer la vida desde el escenario, en el que incluye juegos con el público, como el de las pelAÂculas (todo tiene truco, claro), pero a su manera (o a la de sus amigos, quién sabe). Pero también parodias de cosas como los premios de cine, o ciertos anuncios televisivos.
Es el tono del clown. Eso sAÂ, no se os ocurra llegar tarde.
Sinopsis:
Conattos Frustrattos, como el propio Trapaza indica, no son ''sketches'', sino una serie de conatos en los que se lucha por conseguir, con todas las fuerzas, algo que nunca llega, por el simple motivo de que nunca estuvo ahAÂ.
Y es precisamente en este intento donde se profundiza en esta obra: la frustración es sufrimiento, pero cuando el que sufre es otro, y nosotros nos vemos en él, se pasa de la tragedia al drama sin peaje.
Risas, sAÂ, pero en ese peaje, alguna lágrima furtiva