Viernes 13 MAYO  

 21:00 h.
Pedro Guerra

¿Dos discos? ¿A la vez? Pedro Guerra podrí­a alegar precedentes: hay casos de artistas que publicaron simultáneamente dos discos, chavales como Bruce Springsteen, Tom Waits, Prince. Podrí­a hacerlo pero Pedro es un tipo modesto y se apresura a destacar las diferencias. Los suyos son dos proyectos muy diferentes que han coincidido temporalmente debido a su nuevo modo de trabajar; luego lo explicamos.

Deberí­amos empezar con Arde Estocolmo, su primera colección de canciones nuevas desde 2011. Un disco marcado por las turbulencias del tiempo presente: el propio tí­tulo viene de una noticia sobre disturbios en los arrabales de la capital sueca, un recordatorio de que fuerzas desconocidas están removiendo incluso la sociedad del bienestar por excelencia.

Atención, puntualicemos: no es que Pedro se dedique ahora a escribir canciones incendiarias. Mantiene su visión penetrante sobre la realidad, su capacidad para extraer belleza de lo cotidiano, su atracción por la poesí­a. Y lo hace en soledad, literalmente: prácticamente todo lo que suena en Arde Estocolmo es creación propia. Se elimina el filtro previo de las maquetas: las canciones no necesitan intermediarios y se van construyendo por capas.

Pedro Guerra no espera a la inspiración en el sofá de su casa: todos los dí­as acude a trabajar en el estudio. Unas jornadas resultan productivas; otras no surge ninguna magia y se le llevan los demonios. Pero el ser, en términos económicos, el dueño de los medios de producción hace posible que se grabe un disco tan complejo como 14 de Ciento volando de 14.

El tí­tulo, ya lo habrán pillado, hace referencia al famoso Ciento volando de catorce, de Joaquí­n Sabina, el libro de poesí­a en español más vendido en lo que llevamos de siglo. Enamorado de la escritura torrencial del jienense, Pedro empezó a masticar una idea atrevida: transformar catorce de esos sonetos en canciones.

14 de Ciento volando de 14 es un monumento a la tenacidad. Y también a la agenda de Pedro o, mejor dicho, a las cordiales relaciones que siempre ha mantenido con gentes del rock y la canción de autor a ambos lados del Atlántico. Son más de treinta las voces presentes a lo largo del álbum. En 14 de Ciento volando de 14, Pedro ejerce de compositor, instrumentista, arreglador, productor.

Seamos sinceros: los discos colectivos suelen sonar, eh, heterogéneos. Por el contrario, 14 de Ciento volando de 14 tiene coherencia interna y externa. Es la obra de un productor exigente, con extraordinarias dosis de diplomacia. Pedro ha tejido fondos orgánicos, finos arreglos de pulso y púa sobre programaciones, para dar el protagonismo a las voces y los versos. Uno puede imaginar el pasmo de Sabina: le han brotado unos hijos inesperados, esbeltos y seductores.

DIEGO A. MANRIQUE


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